sábado, 28 de abril de 2012

SOLIDARIDAD "MEXICANOS AL GRITO DE PAZ"


“MEXICANOS AL GRITO DE PAZ” frase inserta en una pared de una casa en la Colonia Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, pareciera que se aplicó con un sello al pasar, pues sólo es perceptible si pasas como transeúnte, los elementos suenan a sincretismo…

Nunca me he sentido 100% mexicana, de ninguna manera es por una falta de nacionalismo o por sentimientos de malinchismo, discriminación, mucho menos por una falta de admiración o amor a México, ni por falta de conocimiento de su territorio, he tenido la fortuna de conocer 24 de sus 31 estados y sus grandes culturas a las que siempre que puedo regreso a visitar; sin embargo recuerdo que en ninguno de mis viajes al extranjero me han identificado como mexicana, me han adherido nacionalidades de varios lugares del mundo menos mexicana, incluso en más de un estado del territorio mexicano tampoco atinaron en mi nacionalidad, no por eso me siento más o menos que cualquier otro ser humano del planeta, sin embargo esa falta de sello mexicano tal vez pudiera estar relacionada con el hecho de que no me identifico ni comparto muchas características típicas del mexicano, los tacos por ejemplo aunque disfruto de gran parte de la cocina típica mexicana, el fútbol aunque no rechazo ver un partido en familia o comunidad, aun cuando mi mente no comprenda ese fanatismo por él, lo respeto, pero por encima del folklore típico es la falta de respeto o exceso de confianzas y por supuesto las groserías y doble sentido (connotación sexual a cuanto sonido sale de tu boca inclusive pensamientos) lo que no me identifica con la marca mexicana, pero definitivamente la profunda y arraigada discriminación característica del mexicano, que denota agresión, ironía, burlas y envidia hacia el prójimo es lo que menos me identifica y más rechazo de los mexicanos.

Sin duda este escrito a diferencia de algún otro anterior en el que exalto la profunda admiración por la solidaridad mexicana demostrada en casos de tragedia extrema por desastres naturales, este escrito habla del comportamiento y arraigo de la gran discriminación que tipifica a este pueblo mexicano, en donde si gano soy yo, si pierdo o erro son los demás mexicanos,  pero como punta del iceberg, reflejo de una contradictoria de los demás son los que fallan en este país...

Hasta cierto punto puede ser reflejo de un profundo envilecimiento del mestizaje, sincretismo y Dios sabe cuánta barbarie más, sufrimientos que no son exclusivos del pueblo mexicano, pregúntenle a los europeos, sin embargo coincido en que si bien el lenguaje típico mexicano en muchas situaciones es denigrante y discriminatorio, también las situaciones que se viven en este país ameritan palabras que el diccionario no alcanza a describir, situaciones tan aberrantes que sólo utilizando “palabrotas” puedes anestesiar la frustración, impotencia y rabia ante la falta de justicia, de razón, de credulidad ante muchas cosas que suceden en este mi “México lindo y querido”…

Este escrito no es de política, economía, sociología, nacionalismo, ni siquiera de valores esenciales o de educación, es de solidaridad, por que si la discriminación o humillación es el resultado de siglos de abusos y sed de justicia ante esfuerzos sobre humanos por que lo segundo triunfe sobre lo primero, el lenguaje y actuación de unos sobre otros mexicanos no justifica de ninguna forma el comportamiento irracional que ralla en lo primitivo en lo aberrante precisamente, al referirse y conducirse ante el resto de mexicanos con esa característica falta de solidaridad, repito con esa burla, envilecimiento, saña, agresión, ironía, burlas y envidia, en una palabra “discriminación”.

La falta de respeto y exceso de confianzas es tan común que realmente agradeces pasar inadvertido en México, ante tu propia familia, en una escuela, un trabajo, un club, gimnasio o grupo de amigos para no ser víctima de la discriminación y humillación, burlas que un grupo de mexicanos adopta ante quienes no comulgamos con ese sello mexicano, pero en México no es cualquier bulling, no, es el aniquilamiento de toda una cultura de reyes aztecas sabios y muy poderosos que llevaron a naciones enteras a la abundancia y perfección en sus gobiernos, al esplendor y erradicación de prácticamente todo delito, en los reinos aztecas no existían el hurto, el asesinato, mucho menos la violación y ni pensar de un niño, horrorrrrrrrr, si había sacrificios, si, pero eran un privilegio de los dioses, es decir, la vulgaridad de un hurto o un asesinato no existía en el pensamiento de los antepasados, pero eso era producto del miedo más que del respeto en si mismo.

Hoy en día el decirte “chacha” es un insulto tan común entre los mexicanos, ¡que gran falta de respeto! decía un comentarista de la radio…si revisamos el trabajo que realiza una servidora del hogar, o asistente de una familia, no es muy distinto en su descripción a las actividades que todos los mexicanos realizamos, salvo los dueños de sus propias empresas y dueños al 100% de las acciones, por que de otra manera deben rendir cuentas a sus Consejos es decir al resto de los dueños de acciones, TODOS somos chachos, pues si, incluso si tienes el negocio propio le proporcionas un bien o servicio a alguien más, eres un chacho entonces y tu padre, madre, esposos, pareajs, hijos son chachos desde el punto de vista en que realizan una actividad para cobrar un sueldo o generar un ingreso, ni se diga los servidores públicos, y a menos que seas un ladrón puro de esos que arrebatan el dinero en el transporte o en cualquir otro lugar, eres "chacho" el paradigma está en el “servicio”.

Al mismo Jesucristo le costó tanto enseñar-predicar el concepto de servicio, que en su contexto encierra tanta grandeza, grandeza en el actuar, por que a este mundo venimos a servir y “el que no vive para servir no sirve para vivir”  dijo San Agustín, ufff al fin santo…pero como decía todo se resume en la SOLIDARIDAD, ¿por que tenemos que llegar al límite de situaciones extremas de dolor y vivir en carne propia las necesidades para que salga a flote la solidaridad, el respeto como decía este comentarista, o que? el resto de la humanidad tiene florecitas en el cerebro y sólo piensa, cree y vive dulzuras en sus respectivos países? Basta con leer una página web con noticias de otro país, vaya que si le tiran como a patos a sus gobernantes, actores y gente pública, esos que están para servirle al pueblo, pero hay de aquel que ose discriminar o denigrar a un mortal cercano a un ciudadano que ellos si consideran “igual”, caso de examen Francia y Canadá uno de cada continente, tienen sus problemas pero la discriminación y humillación entre iguales no lo es.

Bueno quizá no queda claro el concepto “entre iguales”, será que en México creen que vienen de otros planetas los de cada casa, calle, colonia de cada entidad o ciudad? Tal vez se trata de un problema de óptica o de vista, no vemos ó no nos vemos a nosotros mismos como iguales pero en sentido peyorativo, es decir en el fondo es el reflejo de grandes complejos de “Malinche”, que no se superan con todos los gadgets del momento, con las marcas de moda ni con todos los que nos visitan del extranjero cantantes, actores, políticos y hasta líderes religiosos y espirituales.

O seremos tan imperfectos que en la frustración más grande mejor nos bloqueamos y abstraemos del resto de seres humanos y nos montamos en el burro de la falsa y elevada autoestima que dicta que “tú” eres grande y perfecto y hermoso e inteligente, por lo tanto eres diferente al resto, eres ganador, así dicen los grandes “motivadores” en el mundo,  se llama “programación neurolingüística” repite lo que quieres ser o tener para serlo y tenerlo dice la teoría, mejor que una lobotomía, entonces se supera la baja autoestima pero queda la soberbia en el extremo de la balanza, lo que no permite nunca que llegue el equilibrio.

Pero como es costumbre, desmenucemos conceptos, SOLIDARIDAD:

La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma.
Junto con los de autoridad, personalidad, subsidiaridad y bien común, la solidaridad es uno de los principios de la filosofía social. Se entiende por regla general que, sin estos cinco principios, la sociedad no funciona bien ni se encamina hacia su verdadero fin.
Presentamos aquí el principio de solidaridad.
La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.


Extraigo los conceptos básicos para hacerlo más digerible, expresa una realidad (no una idea) de una igualdad unida cuyas partes son de igual naturaleza, es decir el resto de humanos son iguales a nosotros, nos diferenciamos a su vez de otras especies animales, no por ello tampoco somos mejores o peores,  pero de esa igualdad sale el elemento básico para la  organización social, es decir vivir y convivir en sociedad, en grupo, vaya, por eso salimos de las cuevas.

En conclusión mientras no nos quede claro a los mexicanos que somos iguales todos y que no le haremos a los otros lo que no queremos sufrir, padecer o sentir, hasta que no entendamos ese concepto básico no tendremos un clima de paz, por que para llegar a ese valioso precepto no podremos trabajar en bien del resto de elementos para una convivencia y sociedad sana sino tenemos cimientos de SOLIDARIDAD.




lunes, 23 de abril de 2012

DE PERROS Y HUMANIDAD


“No sabía que se podía querer tanto a un animal, hasta que tuve uno, me enseñó muchas cosas, pero la que más, querer sin condiciones”…así dice el Portal de “Protectora Nacional de Animales, A.C.”, fundación mexicana que aboga y difunde el “No compres, adopta” y que sostiene que el origen del abuso, abandono, maltrato y crueldad del que son víctimas la mayoría de los animales en nuestro país y en nuestro continente, es la falta de sensibilidad en la gente y la educación equivocada que recibe la población, por eso trabajamos tanto en el origen como en las consecuencias que esto provoca en los animales todos los días.




Pero de dónde nace o NO nace la falta de sensibilidad y de educación, yo la llamaría IN-HUMANIDAD
Dice el Portal de la Fundación Shelby dedicada al fomento de adopción de animales en condiciones de abandono o maltrato: "tu perro es el único ser que te quiere más de lo que te quieres a ti mismo" y yo agregaría que te conoce mejor de lo que te conoces a ti mismo, que brillantes seres verdad?, pues ellos si han logrado lo que no han podido siglos y la gran filosofía griega del “conócete a ti mismo”, lo han hecho por nosotros tal vez misericordiosamente ante nuestra incapacidad de hacerlo, aún con tantos siglos de “conocimientos", sentimiento que por añadidura te permite conocer y querer a los DEMAS…aún sin entenderlos, sin necesitar entenderlos.


Ciertamente estoy convencida de que los perros son verdaderos "ángeles", no he conocido un niño, adulto o anciano cuya coraza en su corazón no se haya derretido con su amor por la vida o cuya maldad ó miedos más profundos no sean alertados preventivamente por su gruñido, ladrido, miedo o antipatía... los múltiples estudios sobre lo que su energía pura y limpia ejerce sobre el ser humano y su percepción extrasensorial son cada vez más sorprendentes y sus valores sobrepasan a los de un ser "racional", por lo que cada vez son más recomendados y requeridos para apoyar las labores de enseñanza de valores pero sobre todo cada vez más utilizados en terapias de todo tipo, para toda edad y problema, trauma o enfermedad, inclusive ante terapias infructuosas o fallidas, lo que en ocasiones se convierte inclusive como único ó último recurso...y para rescate en situaciones en las que sus habilidades y destrezas destacan por encima de las del propio humano.
Existe una bella historia cuyo autor desconozco ya que me fue enviada por mail sin citar su autoría y que más adelante reproduzco intacta por respeto al autor, en ésta se relata la historia, común para muchos hijos cuyos padres llegan a una etapa difícil o cuya dificultad fue de toda la vida agudizada por la edad avanzada…pero no privativa de hijos, también compartida con padres cuyos hijos padecen alguna discapacidad o deficiencia o problema de conducta, vicio o carácter, hermanos, parejas o amigos, ésta es la historia de una hija cuyo padre vive solo y sufre un infarto al corazón, derivado de un terrible sentimiento de amargura e incapacidad para amar, perdonar y dar, agudizado con la edad. Su hija preocupada decide llevarlo a vivir con ella y su esposo, para prodigarle cuidados físicos pero sobre todo amor y hasta ganas de vivir, acción que rebota en la gruesa coraza de dolor y amargura del padre, en un insufrible ciclo vicioso…
La hija en su preocupación y frustración de no hacer reaccionar a su padre, busca ayuda profesional, una casa de retiro o asilo en donde le procuren la atención que ella es incapaz de darle, no encontrando espacio para su padre en ninguna de ellas, sin embargo en una de esas casas de retiro le ofrecen una solución aunque irracional de primer golpe, y digo de “golpe” por que para los que dudamos en algún momento de que la bendición viene en la forma menos lógica para nuestra mente y ojos humanos, así la recibimos, aunque no es así para los ojos espirituales de la fe, soluciones como ésta suenan irracionales y absurdas, cuando es díficil darle forma a algo que no está dentro de nuestros paradigmas.
En fin, en la mayoría de los casos aunque dudando, al ser el último o único remedio a nuestra necesidad la tomamos, ya no tenemos nada por perder y todo por ganar.
Decidida esta hija acude a la perrera municipal, recorre toda la “pasarela” sin encontrar al “adecuado”…muy grandes, muy pequeños, muy alegres pensó ella en el fondo, cuando al final como suele suceder con los milagros, sus ojos ven al “costal de huesos, la caricatura de perro de raza pura y aristócrata” como lo describe, tal vez una mascota perdida o quizá echado a la calle por no cumplir algún patrón o paradigma humano, “ese es” dijo la hija, era la última oportunidad para ser rescatado de la muerte, sería sacrificado al siguiente día, no sé tu pero a estas alturas yo si tengo un nudo en la garganta y cada vez que la releo, el por qué los milagros son tan dramáticos, desgarradores diría yo, se finca en el árido terreno del dramatismo, por que de otra forma simplemente no serían milagros, no tendrían la esencia y motor de mover consciencias, despertares que accionan, que impulsan a obrar…y para hacerlo en las dos vías de ida y vuelta, para la hija y el perro, o el padre?
La historia continúa cuando le es presentada la caricatura de perro al exigente padre, y lógico en un ser resentido, dolido, amargado, éste arremete contra lo más vulnerable, como lo hace usualmente el ser humano en su inmensa in-humanidad, lo rechaza lanzando palabras que son puñales directos al corazón de la hija… si hubiese querido un perro yo mismo hubiese conseguido uno y por su puesto lo hubiese hecho mejor que tú, hubiese elegido a un campeón no a un perdedor como tú…
Qué crueles podemos ser los seres humanos verdad?, que carentes de humanidad y cómo podemos aniquilar el alma y espíritu de un ser humano, de uno tan cercano en consanguinidad, un animal irracional jamás lo haría, un perro menos, pero ahí es cuando obra el milagro en lo más hondo, cuando nos hace sacar el coraje y la casta de nuestros valores natos y  dormidos por los paradigmas, pues somos seres divinos en alma y espíritu, somos HUMANOS…
La hija le responde, pues tendrás que acostumbrarte por que se queda con nosotros, entonces ya no necesitó hablar más, ni hacer más, el perro en su infinita humanidad viviendo el conflicto padre-hija, o de cualquier otra persona, caminó como un costal de huesos vulnerable que era y le dio la pata al anciano, diciendo con ello:


No sufran más, permitan que yo cargue sus penas, que lleve sus dolores, rencores, amarguras, incapaciadades, que lleve su infinita in-humanidad en mis huesos, en mi alma, en mi espíritu libre y amoroso, que los enseñe con actos tan sencillos a comprenderse, a amarse, a perdonarse, a respetarse, que si no me lo permiten será inútil mi vida, mi venida a este mundo, para ustedes es muy difícil y doloroso hacerlo, sentir humanidad los unos por los otros, y para mi muy frustrante viendo algo tan sencillo que lo compliquen tanto, sólo permítanme entrar en su hogar y enseñarles en mi infinita bondad a amarse, es todo lo que suplico, lo demás lo haré con gusto, con amor, con misericordia y paciencia, con tolerancia, con sacrificio, con humanidad infinitamente irracional…
El mejor regalo para los niños "adultos del mañana": una cultura de civilización, del más fuerte defiende y vela por el desvalido y necesitado, ama, cuida y respeta al vulnerable con misericordia infinita, ama la vida cualquiera sea su forma, consigue sus éxitos nunca a pesar de la desgracia de los demás ni por encima de los demás, ese es el mejor legado a la humanidad y por humanidad. Pero por favor, por humanidad, por inteligencia pensante, por DIOS, piensa antes de comprarles una "mascota", por que si despúes la tiras o maltratas por TU incapacidad de educarlo, de enseñarle con amor, paciencia y humanidad, el próximo en ser “tirado”, olvidado o ser maltratado podrías ser TU...

UN PADRE, UNA HIJA Y UN PERRO…
- "¡Cuidado!  ¡Casi tocaste ese auto de costado!", Me gritó mi padre. "¿Es que no puedes hacer nada bien?"
Esas palabras me dolieron más que un golpe. Volví mi cabeza hacia el anciano sentado en el asiento junto a mí, desafiándome a contestarle. Se me hizo un nudo en la garganta, y aparté los ojos. No estaba preparada por otra pelea.
- "Yo vi el auto, papá. Por favor, no me grites cuando manejo."
Mi voz fue medida y firme, que sonaba mucho más calmada de lo que realmente me sentía. Mi padre me miró furioso, después volvió su cabeza y se mantuvo callado. En casa lo dejé enfrente del televisor y fui afuera para componer mis pensamientos. Había oscuras y pesadas nubes en el cielo, prometiendo una lluvia. Un trueno distante retumbó como si fuera el eco de mi agitación interna. ¿Qué puedo hacer con él?
Mi padre había sido leñador en el estado de Washington y en Oregon. Había disfrutado de vivir al aire libre y le gustaba medir su fuerza contra el poder de la naturaleza. Había entrado en agotadoras competiciones de leñadores, y a menudo ganaba. Los estantes de su casa estaban llenos de trofeos que probaban su habilidad. Pero los años pasaron implacables. La primera vez que no pudo levantar un pesado tronco, hizo una broma sobre eso pero luego el mismo día lo vi afuera solo, tratando de levantarlo. Se volvió irritable cada vez que alguien le hacía bromas sobre estar envejeciendo o cuando no podía hacer algo que hacía cuando era joven.
Cuatro días antes de cumplir sesenta y siete años, tuvo un ataque al corazón. Una ambulancia lo llevó al hospital mientras el paramédico le hacía resucitación para mantener la sangre y el oxígeno circulando.
En el hospital lo llevaron corriendo al cuarto de operaciones. Tuvo suerte; sobrevivió. Pero algo en el interior de papá, murió. El gusto por la vida desapareció. Obstinadamente se negaba a seguir las órdenes del doctor. Las sugerencias y los ofrecimientos de ayuda eran rechazados con sarcasmo e insultos. El número de visitantes disminuyó, y finalmente cesaron. Papá quedó solo. Mi esposo Dick y yo le pedimos que venga a vivir con nosotros a nuestra pequeña granja. Esperábamos que el aire libre y la atmósfera de granja le ayudaran a ajustar su vida.
 Una semana después de venir, ya me arrepentí de la invitación. Nada le parecía satisfactorio. Criticaba todo lo que yo hacía. Me sentí frustrada y deprimida. Pronto me di cuenta que estaba desahogando mi rabia con Dick. Empezamos a discutir y pelear. Alarmado, Dick buscó al pastor y le explicó la situación. El pastor nos dió citas de consejería para nosotros. Al final de cada sesión, él oraba, pidiendo a Dios que calmara la turbada mente de papá.
Pero los meses pasaban y Dios guardaba silencio. Había que hacer algo y era yo la que lo tenía que hacer.
Al día siguiente me senté con la guía telefónica y llamé a cada una de las clínicas mentales que había en el libro. Expliqué mi problema a cada una de las voces llenas de simpatía que me contestaron. Justo cuando estaba perdiendo la esperanza, una de esas amables voces de repente exclamó, "¡Recién leí algo que podría ayudarla! Déjeme ir a buscar el artículo..."
Escuché mientras ella leía. El artículo describía el sorprendente estudio hecho en una clínica geriátrica. Todos los ancianos pacientes estaban con tratamiento por depresión crónica. En todos ellos sus actitudes mejoraron en forma excepcional cuando se les dio la responsabilidad de cuidar un perro.
Fui a la municipalidad a ver los perros ofrecidos en adopción. Después que llené un formulario, un oficial uniformado me llevó a los corrales de los perros. El olor a los desinfectantes inundó mi nariz cuando entré a las filas de jaulas. Cada una contenía de cinco a siete perros. Los había de pelo largo, enrulado, unos negros y otros con manchas que saltaban, tratando de alcanzarme. Los fui estudiando uno por uno pero los rechacé a todos por distintas razones, demasiado grande, o demasiado chico, o demasiado pelo, etc.
Cuando llegué al último corral, un perro desde la esquina más alejada se paró con dificultad, caminó hacia el frente de la jaula y se sentó. Era un pointer, una de las razas aristócratas del mundo de los perros. Pero éste era una caricatura de la raza.
Los años habían puesto en su cara y hocico un poco de gris. Los huesos de sus caderas sobresalían en triángulos desiguales. Pero fueron sus ojos que atraparon mi atención. Calmados y límpidos, me observaban fijamente.
Apuntando al perro, pregunté, "¿Qué me dice de éste?" El oficial miró, y sacudió su cabeza, intrigado. "El es un poco raro. Apareció no se sabe de dónde, y se sentó en el portón del frente. Lo entramos, pensando que quizá alguien viniera a reclamarlo. Eso fue hace dos semanas y nadie ha venido. Su tiempo termina mañana". Hizo un gesto, como que no se puede hacer nada.
Mientras las palabras entraban a mi mente, me volví al hombre con horror... "¿Quiere decir que lo van a matar?" "Señora", dijo dulcemente, "Es el reglamento. No hay lugar para todos los perros que nadie reclama."
Miré al pointer otra vez. Sus calmados ojos marrones esperaban mi decisión. "Lo tomaré", dije. Y manejé hasta casa con el perro sentado en el asiento delantero a mi lado. Cuando llegué a casa, toqué la bocina dos veces. Lo estaba ayudando a bajar del auto cuando papá apareció en el porche del frente... “¡Mira lo que te traje, papá!”, dije entusiasmada.
Papá miró, y puso una cara de disgusto. “Si yo quisiera un perro lo hubiera buscado. Y hubiera elegido uno mejor que esta bolsa de huesos. Quédate con él, yo no lo quiero.” Agitó su brazo despectivamente y empezó a caminar hacia la casa.
El enojo creció dentro de mí. Me apretaba los músculos de la garganta y sentía latidos en las sienes. “¡Es mejor que te acostumbres a él, papá, porque se queda con nosotros!” Papá me ignoró. “¿Me escuchaste, papá?”, grité. A estas palabras papá se volvió enojado, con sus manos apretadas a sus costados, con sus ojos entornados con odio.
Estábamos parados mirándonos fijamente como duelistas, cuando de repente el pointer se soltó de mi mano. Fue cojeando despacio hasta mi padre y se sentó frente a él. Entonces muy despacio, cuidadosamente, levantó la pata delantera.
La quijada de mi padre tembló mientras se quedó mirando la pata levantada. La confusión reemplazó la ira de sus ojos. El pointer esperaba pacientemente. De pronto, papá estaba arrodillado, abrazando el animal.
Fue el principio de una cálida e íntima amistad. Papá lo llamó Cheyenne. Juntos, él y Cheyenne exploraron el vecindario. Pasaron largas horas caminando por polvorientos caminos. Iban a las orillas de los rápidos ríos a pescar sabrosas truchas, pasando largos momentos de reflexión. Incluso comenzaron a ir juntos a la iglesia los domingos, mi padre sentado en un banco y Cheyenne echado silencioso a sus pies.
Papá y Cheyenne fueron inseparables a través de los tres años siguientes. La amargura de mi padre se desvaneció, y él y Cheyenne hicieron muchos amigos.
Una noche, muy tarde, me extrañó sentir la fría nariz de Cheyenne revolviendo nuestras frazadas. Nunca antes había entrado a nuestro dormitorio en la noche. Desperté a Dick, me puse el salto de cama y corrí al cuarto de mi padre. Papá estaba en su cama, con una faz serena. Pero su espíritu se había ido silenciosamente en algún momento durante la noche.
Dos días más tarde, mi dolor se hizo todavía más profundo cuando descubrí a Cheyenne tendido muerto junto a la cama de papá. Envolví su cuerpo en la alfombra sobre la cual siempre había dormido. Mientras Dick y yo lo enterramos cerca de su lugar favorito de pesca, le agradecí silenciosamente por la ayuda que me había dado para devolver a mi padre la paz y tranquilidad.
La mañana del funeral de papá amaneció nublada y sombría. Este día se ve de la misma manera que yo me siento, pensé, mientras caminaba hacia la línea de bancos de la iglesia reservados por familia. Estaba sorprendida de ver la cantidad de amigos que papá y Cheyenne habían hecho, que llenaban la iglesia. El pastor comenzó su elogio del difunto. Fue un tributo para papá y para el perro que había cambiado su vida.
Entonces el pastor citó Hebreos 13:2. “No dejes de dar hospitalidad a forasteros, porque haciéndolo, algunos han recibido ángeles sin saberlo.” “Muchas veces he agradecido a Dios por haberme enviado un ángel”, dijo.
Entonces me di cuenta, y el pasado cayó todo en su lugar, completando un rompecabezas que no había visto antes: aquella amable y simpática voz que me leyó aquel artículo sobre el estudio en la clínica geriátrica. La inesperada aparición de Cheyenne en el lugar de los perros para adopción. Su calmada aceptación y completa devoción a mi padre y la proximidad de sus muertes.
Y de repente, comprendí. Me di cuenta que, ciertamente, Dios había contestado mis plegarias en busca de su ayuda.

Una última reflexión:
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales. Mahatma Gandhi (1869-1948).

Te invito a visitar y apoyar si puedes a PNA:




Nunca subestimes la belleza y amor detrás de un maltratado, sucio y olvidado ser...

martes, 17 de abril de 2012

HONESTIDAD...UN DOCTOR HUMANO

Erase una vez un gran ser humano, gran hijo, gran padre, pero sobre todo un gran médico mexicano, cuya especiaidad son "TODAS", por que como buen médico le fue otorgado el "gran don" de saber diagnosticar atinadamente a la primera, vale la pena mencionar que es tan exitoso que cuenta con su propio consultorio en Médica Sur, prestigioso hospital privado en la Ciudad de México, por aquello de los prejuicios mexicanos de que si no tienes un flamante y suntuoso consulturio privado no eres exitoso, pues él lo es y no precisamente por tener el consultario de moda.
Como médico es una gran persona, y como persona un gran ser humano, sabe escuchar atentamente como la mejor “oreja” pues en el fondo sabe que la más atinada medicina es la importancia y el cariño que da "escuchar" a cada ser humano que se sienta frente a él, y sus consultas se alargan si, sin embargo creo que pocos pacientes se molestan en la espera, ya que saben en primer lugar que ellos también serán tratados con el mismo cuidado, esmero y respeto ante todas y cada una de sus dudas, pero sobre todo ante sus síntomas reales, sentimentales o mentales, ¡Ah pero eso sí!, jamás esperan sus pacientes por que el Doctor llegó tarde de sus mútiples compromisos, no señor, es tan ordenado, metódico, disciplinado y respetuoso de su agenda como lo es de su integridad y de sus pacientes, jamás lo verás echando un guiño a alguno de sus relojes como señal de prisa o aburrimiento cuando estás explayándote en tu consulta.
Siempre atinado en el diagnóstico, jamás escucharás de él un "no es nada, tómese este analgésico y váyase a trabajar o a sus actividades", jamás, jamás escucharás de él un juicio sobre tu estado de salud y qué tanto es real o condicionado por tu estado de ánimo, stress o mente e inclusive irresponsabilidad, mucho menos un regaño o queja, él siempre con su voz sobria, prudente, calmada, sabia pero sobre todo con el corazón en la mano, te indicará a detalle la receta con el más sencillo lenguaje mundano que puedas entender, después de haberte aplicado la mejor medicina del mundo, "escucharte con paciencia con humanidad".
A eso habrá que agregar que su corazón es tan misericordioso que jamás ha cobrado una consulta equivalente a la mitad de lo que vale él, su cerebro y su consultorio e inclusive a quien lo necesita le ayuda filantrópicamente, siempre con el equilibrio entre un sabio galeno al servicio de la salud, de la vida, y ganarse el sustento para una decorosa y merecida vida, jamás con la mercenaria ambición de una carrera por el dinero, que también a ese gremio ha atacado la avaricia por desgracia, él sólo con la premisa del vivir bien con lo suficiente para dar, disfrutar y volver a dar, en ese orden.
En fin, que aunque su excelencia, bondad y ética son sus valuartes y no sólo tiene su exitoso consultorio y atiende, entre muchos otros, a los difíciles y neuróticos pacientes de la banca de desarrollo malacostumbrados a que el herario paga todos sus males psicosomáticos, no señor, que ya como para una medalla al mérito, a la valentía y a la resignación de la vocación al servicio en la carrera de medicina es tal, no señor, ha forjado una brillante carrera en el INSTITUTO NACIONAL DE CANCEROLOGIA, hospital del sector público dedicado a atender a la gente que no cuenta con seguridad médica y que como sabemos, esa enfermedad es el jinete de la apocalipsis de la época actual pero para los segmentos más pobres una verdadera pesadilla pues es una de las enfermedades más caras de atender.
Su labor en ese Instituto es más meritoria, ya que administrar los recursos propios que uno genera con su propio negocio o carrera en el sector privado implica grandes virtudes y responsabilidades, cuanti más administrar los dineros públicos de este país mexicano, lo que se convierte en HEROICO...con tanta tentación y "valores" tan escasos.
Y en efecto, él en su paciente y sabia carrera ha sabido mantenerse en el sector público con sus alitas impecablemente pulcras como el Ave Fénix que andando entre cenizas sale limpio, pero no sólo cobrando y disfrutando de los recursos públicos de "todos" y jactándose de no robarse ni los lápices del Instituto, no señor, sino como un alma darmática que vino a cumplir su misión a este mundo y en este país y pagar el boleto por ello, ¡que reto!,  no se quedó en su gran corazón satisfecho de que ha sido un impecablemente excelente funcionario público, su iluminada sabiduría ha llegado a provocar un cambio, EL CAMBIO, el más inteligente y oportuno... Maquiavelo habría hecho un capítulo con su inteligente estrategia, requerida para provocar una avalancha que beneficiara realmente a muchos millones, a mover consciencias y hacer algo que realmente beneficie en efecto dominó a LARGO PLAZO sin que el resto de retrógradas dormidos en el paradigma se percataran siquiera para impedirlo a tiempo.
Si señoras y señores mexicanos, por que donar el día de hoy $1,000 para los niños con "capacidades diferentes" y el resto del año ser un indiferente ante el dolor de cualquier ser vivo (perros, gatos, pájaros, niños, adultos) en su forma física o sentimentalmente, o darle un peso a la indígena del semáforo, o reciclar la ropa y cosas viejas que te estorban en el closet, o reciclar la basura mientras generaste un daño a un ser a tu lado o tal vez a 10 ó 100 metros a tu lado, no compensa todo lo que la vida te ha regalado por el simple privilegio de aterrizar en el mundo, por más que digan que soy idealista, monja o loca, si señores estoy loca pero de ansias de que los mexicanos hagan realmente cambios en su integridad y escala de valores o NO verán cambios dramáticos y exigibles para acabar con tanta porquería, corrupción, avaricia, violencia, en lo más profundo de su corazón y consciencia y digan:
Realmentes estoy haciendo algo que valga la pena????, sembrando semilla de buena cosecha,??? y trascendiendo por mi verdadero liderazgo para que me sigan los "buenos" o los "malos"????, habra alguien al que le sirva lo que estoy haciendo y realmente he hecho uso de toda mi alma, inteligencia y virtudes al servicio de la humanidad?????
Bueno pues existe un gran mexicano a quien le pagaron un curso con dinero del herario público mexicano, no sé cuanto costó ni me interesa si gastaron miles en este caso, a este gran Doctor Don Marcos Cano Guadiana, médico internista, endocrinólogo y sabio le pagaron una vez un curso de informática, si, de informática de cómputación vaya, que nada tenía que ver con su carrera en apariencia y éste ser nos regresó a toooooooooodos los mexicanos un boumerang de millones y millones de todo tipo de ahorros en tiempo, esfuerzo y eficiencia en una de las instituciones mas importantes para los mexicanos enfermos o con familiares enfermos de cáncer y SIN seguridad social ni recursos para tratarse.
Pero, como es lo justo para ustedes lectores, quien mejor que el mismo Dr. Cano Guadiana para contar la anécdota, quien por cierto dicerta además mejor que yo, uno más de sus atributos, y conste que el premio que le otorgó México por esta proeza en una ceremonia de gran embergadura y $20,000 (si veinte mil pesos) a cambio de millones de ahorros y beneficios con respecto a los desvíos que se escuchan del gobierno todos los días, pero esto no es lo trascendetal, él nunca lo hizo por el dinero, lo trascendental además de los beneficios de millones de seres enfermos y sus familias, es la lección, que nos deja:
Escribe el Dr. Marcos Cano Guadiana, cuando le pedí que me platicara su anécdota en forma personal, YO necesitaba GRITARLO a toda la humanidad a través de la web, así que lo comparto:
Amiga mia ¡¡¡ (por cierto el más grande de los honores en mi vida que me considere su amiga) creo que a ti te dio mas gusto el reconocimiento que a mis propios jefes, te cuento brevemente porque es una tremenda historia:
En una ocasion (1999) y durante mi gestión como Subdirector del Instituto de Cancerologia, el Director general me dió un recorte de periódico, promocionando un diplomado en Informática Médica, recorte que acompaño de un breve pero jugoso monólogo: "Cano, si te interesa te lo pago, algo podrás hacer por este Instituto", le agradecí la atención y respondí que lo iba a valorar, me metí a mi oficina y pensé: "Computadoras en Medicina???? están locos, si la medicina es un arte, una ciencia, nada que ver con esas complicadas y estorbosas máquinas y como yo en esa época no sabía ni prenderla, pues mi negación era mas que evidente.
Quince minutos después me entró un cambio de género, es decir me volví curioso y que llamo..... y que me contestan ......y que me dicen..... "Dr. no se preocupe, aqui le vamos a enseñar como se prende y como se apaga una computadora, y todo lo demás...." Fuí entonces con el Director y le comenté que si me interesaba, en ese momento habló a la administración solicitando un cheque por el importe total del Diplomado y zas ¡¡¡¡ ya era nuevamente alumno de la faculta de medicina (UNAM) a mis 40 años de edad......
Tomé el Diplomado que duró casi un año, martes y jueves por las tardes, sacrificando mi consultorio, el resultado final fué plantearle al Director un programa de Informática en el instituto con “expediente clínico electrónico”, para esto yo ya sabía prender la computadora y también apagarla.....
Me tardé 2 meses en escribir el proyecto, lo presenté en Consejo Técnico, lo autorizaron en 15 minutos por unanimidad, sin embargo la administración tardó dos años en darme el presupuesto, otro año en desarrollarlo y otro mas en liberar el proyecto, este nació finalmente en noviembre de 2004, con muchas críticas y descalificaciones, hasta insultos y burlas.....
Finalmente "me salí con la mía", bueno nunca la dejé, y siempre la traigo conmigo, pero me refiero a que la necedad imperó y llegó el momento en que el sistema se convirtió en una herramienta imprescindible para el Instituto, ahora casi todo son elogios y éxitos, sirvió como baluarte para que el nuevo director se reeligiera por un periodo adicional de cinco años, pero casualmente en 2009 me dan las “gracias” por diferencias con el entonces adjunto, mi jefe y les dije que “de nada”...
Vino una etapa de vacío porque nadie se hacía cargo del proyecto, hubo inclusive intentos de eliminarlo, supongo por incapacidad y porque no lo sentían propio, finalmente me volvieron a llamar, cuando la Subdirectora de Personal se acercó a mi pues yo tenia un buen proyecto y me invitó a participar en el premio, en el que el Instituto de Cancerología nunca había participado, le dije que ni m...NO, que estaba yo resentido con mis superiores... finalmente me convenció y en 8 días acomodé los archivos y les di forma de acuerdo a las bases del concurso.
Asi, finalmente fué enviado y me comunican que el trabajo ha sido distinguido a nivel nacional en segundo grado, y también me informa sobre los estímulos, aunque tu tienes toda la razón al decirme que con ese tipo de estímulos creo que no te quedan muchos deseos de hacer algo por las instituciones que digamos...
El Dr. Marcos Cano Guadiana fue condecorado con el Segundo Lugar del Premio Nacional de Administración Pública 2011 por la Secretaría de la Función Pública en México.
GRACIAS DR. MARCOS CANO GUADIANA POR LA LECCION DE VIRTUDES Y VALORES QUE DESPLEGO PARA “SALIRSE CON LA SUYA” Y CON LA DE MILLONES DE MEXICANOS QUE SE BENEFICIAN CON SU HONESTIDAD, MEXICANOS CON SED DE ADMIRAR A UN HOMBRE DECENTE, PACIENTE, PRUDENTE, PERSEVERANTE, INTELIGENTE, UN LIDER CON GRANDEZA EN SU INMENSA HUMILDAD PERO POR ENCIMA DE TODO, HONESTO, GRACIAS POR DEVOLVERME LA ESPERANZA EN ESTOS TIEMPOS DE CRISIS DE VALORES, POR QUE LA LUZ DE LO VALIOSO AUNQUE POCO, SIEMPRE OPACARA LA MALDAD DE LAS OSCURAS VILEZAS DE LA HUMANIDAD AUNQUE SEAN TANTAS Y POR QUE SU EJEMPLO ES LO QUE ME SIRVE PARA CONTINUAR ENFOCADA...

Al Dr. Marcos Cano Guadiana lo puede localizar en el Hospital Médica Sur en la Ciudad de México tel. (55) 56 66 57 47

FILANTROPIA... EL TEMBLOR DE MEXICO 1985

Hoy en día con tantos e inusuales temblores en México, le platico a mucha gente joven que no había inclusive nacido en el 85, que aunque no me lo calculen yo viví esa gesta heroica de millones de desconocidos unidos sin prejuicio de ningún tipo, de personas comunes que dejaron de serlo marcados por un objetivo en común, rescatar vidas de entre escombros, sin preparación ni estrategia diseñada, con la improvisación de los recursos disponibles, casi nulos, pero con el corazón en la mano, con el toque de queda deteniendo a los curiosos y aunque nunca vi la tragedia en vivo, si la viví en casa, con clases y vida suspendidas y en donde todo lo que podías ver en TV y escuchar en la radio eran las noticias de la tragedia sólo superada por el tinte de esperanza y devolución de la fe en la humanidad cada vez que había un rescate con vida, producto de las proezas que gente común trabajando codo a codo y sin ningún entrenamiento ni estudios o formación en el tema lograba todos los días, sumando cada vez más rescates aún con el paso de los días, bajo un cada vez mejor articulado esquema de acción, estas generaciones no hemos vivido una guerra verdadera, pero en poco más de 2 minutos las consciencias del México indiferente ante las necesidades ajenas y carente de humanidad fue despertado con la más terrorífica sacudida…la de la naturaleza.
No haré más relatoría de estos eventos, que para eso ya hay muchos y excelentes relatos y documentales, pero citaré el cortometraje de mi excompañero de trabajo en la banca de desarrollo mexicana, el Ing. Carlos Dávila Yeo y su “Bajo los escombros”, corto realizado con un patrocinio del Instituto Mexicano de Cine (IMCINE), un concurso que ganó en 2006 para realizarlo sin experiencia ni currícula previa como director ya que él era evaluador de proyectos en el Bancomext y muy competente, sin embargo su guión los convenció y no los defraudó.

Dávila, a quien tuve no sólo el privilegio de conocer y de trabajar juntos sino de escuchar su relato, decidió voltear el rumbo de su vida, de su carrera y seguir su sueño, dirigir cine, y de la proeza que lo impulsó a llevar la historia del testimonio La vida continúa, escrito por el médico Francisco Bucio Montemayor, quien según me relató Dávila nunca quiso “vender” su historia a pesar de haber recibido importantes ofrecimientos para llevarla a la pantalla grande, sin embargo como en la película “Cadena de Favores” (2000 dirigida por Mimi Leder y actuada por Kevin Space), cuando Dávila logra contactarlo después de muchas investigaciones y despliegue de habilidades para salirse con la suya, y para bien de muchos, convence al Dr. Bucio quien accede a otorgar-donar su historia a Dávila basado en las intenciones de dar, de llevar y compartir esta historia de vida, de sobrevivencia, de una nueva oportunidad de vivir bajo otra consciencia sin ánimo de lucro… de plasmar precisamente una de tantas historias que ha llevado a muchos a creer en la filantropía, en la humanidad de México, esa actitud de dar, de donar, y con esfuerzo.

Cito la entrevista del periódico La Jornada del 19 de septiembre de 2008:
El cortometraje Bajo los escombros, dirigido por Carlos Dávila Yeo, que narra la historia real de dos médicos que quedaron sepultados en el Hospital General durante el terremoto de 1985 en la ciudad de México, se proyectará a partir de hoy y hasta el domingo en las salas Julio Bracho y José Revueltas del Centro Cultural Universitario (CCU), a propósito del 23 aniversario de la tragedia y derivado de la donación que Dávila Yeo realizó a diferentes cinematecas del país.
Al respecto, Dávila informa: “Hice diez copias en 35 mm de Bajo los escombros, aparte de las que realizó el Instituto de Mexicano de Cinematografía (Imcine), productor del cortometraje; estos ejemplares los estoy donando para que puedan preservarse en el largo plazo, pues se requieren condiciones especiales para que estén en buen estado. Una de las copias fue para la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que la exhibirá este fin de semana”.
El trabajo de Dávila Yeo narra la historia de Francisco y Ángel, quienes se preparan para iniciar sus labores cotidianas como médicos residentes del Hospital General; repentinamente, el terremoto del 19 de septiembre los sorprende y quedan sepultados bajo los restos del edificio. El director fue más preciso y dijo: “El cortometraje es una adaptación del testimonio La vida continúa, escrito por el médico Francisco Bucio Montemayor, que fue incluido en el volumen Volver a nacer, Memorial del 85 publicado por La Jornada Ediciones –en el décimo aniversario de los terremotos– en el cual se recopilaron 114 historias de lectores, seleccionadas y editadas por Daniel Cazés.
“En La vida continúa, Bucio Montemayor narró la vivencia de haber quedado sepultado junto a su mejor amigo, Ángel Alcántara, quien no sobrevivió”.
Por qué cito esta historia?, además de la admiración que profeso a una persona que después de hacer excelentemente un trabajo profesional para el que dedicó mucho esfuerzo incluso con una maestría en Inglaterra, por el impulso que lo lleva a seguir sus sueños, su destino, su meta, su misión y dedicarse al arte, al cine, a llevar una historia de vida que nos marcó a muchos y hacerlo con todo el corazón y con todo el esfuerzo que ello implicó,  con la consciencia de dejar huella, una que podamos seguir muchos…por que lo que el Ing. Carlos Dávila Yeo hizo fue una “donación”, no sólo de un trabajo que cuesta y mucho dinero producir en términos de cinematografía, sino del recuerdo que nos deja plasmado en donde nos grita que lo que nos marca es volver a nacer después de una tragedia, volver a nuestro origen, a la vida, a la humanidad, a dar, a DONAR.

Esto es un hito en un país nada filantrópico, si vemos el análisis al sector no lucrativo a nivel internacional comparativo para 36 países efectuado por el Centro para el Estudio de la Sociedad Civil de la Universidad Johns Hopkins en donde México tiene el muy deshonroso ULTIMO lugar con apenas un 0.04% de su PIB, sorprendente lugar en donde los países africanos como Uganda, Tanzania y Kenia están dentro de los primeros 11 lugares, lista encabezada por Estados Unidos y seguida de Israel, otra sorpresa, al menos para los mexicanos.

Pero por que en un país con tanta desigualdad y violencia no existe la filantropía? y con un terreno tan fértil de aplicación, “si hay ricos tan ricos y pobres tan pobres”…como dijera el buen actor Denzel Washington después de filmar en 2004 “Hombre en llamas” precisamente en la Ciudad de México, refiriéndose al “secuestro en México” tema central de la película.

O como mi buen amigo Agustín, brillante ingeniero con maestrías y un gran corazón, radicado actualmente en París y dicho sea de paso renegando de la inmensa y aberrante inhumanidad en México por que la ha visto de cerca, ha convivido con esos seudo-filántropos…quien expresa que en México nadie da nada porque no se cree en las organizaciones de ayuda, preferimos darle una moneda al pobre o limosnero porque asi estamos seguros que de veras le llega algo a ese necesitado, tendemos a pensar que esas agrupaciones son de abusivos (vivales). Es verdad que las asociaciones no son tan transparentes, piden dinero pero luego nunca dicen como se gastó o que se hizo, conozco a alguien que presidía una asociación de este tipo, una señora le donó un cuadro (donación en especie) y como le gustó se lo llevó a su casa y lo tiene en su biblioteca…

He sido voluntaria en el Centro Mexicano de la Filantropía (hacesfalta.org) desde el 2005, he tenido el honor de participar con gente muy involucrada y preocupada por darle forma y fondo pero sobre todo enfoque de “organización” a la filantropía, darle credulidad al Tercer Sector en México, el Sector de la Sociedad Civil organizada para llenar el vacío que ni el Sector Público ni el Sector Privado han querido y/o podido llenar y en donde la sociedad ha dado verdaderas lecciones de organización, de amor a la vida, de solidaridad desinteresada y de capacidad de liderazgo, de organización, de obediencia y disciplina, sin embargo son tantas las necesidades y tan poca la ayuda que no pinta en el cuadro… nada parecido a las acciones conjuntas y brillantemente articuladas como las del histórico e icónico temblor de 1985 en la Ciudad de México, pero el CEMEFI ya cuenta en su padrón con 10,704 organizaciones formales registradas ante notario, de las cuales más de 6,000 tienen registros ante hacienda como donatarias, es decir supervisadas, falta mucho SI, pero el camino es arduo y largo, más corto cada día con acciones como las de estas organizaciones.

Y sin embargo el buen Agus fue el que me guió en mi camino al CEMEFI al portal de “haces falta”, él ya no lo recuerda, pero cumplió su misión de dar, en donde como una “Cadena de Favores” he tenido la oportunidad de ayudar pero sobre todo de aprender a través de la convivencia con la gente que tiene el poder de ayudar, que la ayuda tiene varias categorías:

1.   Existen los que optan por donar un bocado, un pan, el sobrante para llevar de la cena o comida, una moneda a un niño o una indígena en la calle, por lo menos tienen la consciencia de que ese ser es vulnerable en primer lugar y en segundo lugar que son más fuertes por contar con más bendiciones que ese niño o ese necesitado, lo que los coloca en la posición de ayudarlo aunque sea dando el pescado y no enseñarlo a pescar, lo que puede anestesiar el dolor de no poder hacer más y paliar su hambre en ese momento, huyendo de prisa y olvidando su situación con las distracciones de la vida cotidiana, mucho más abundante y bendecida que la de ese miserable…
2.   El que toma una acción más allá y decide hacer una donación anual a una causa que llene sus expectativas o modelo de “hacer el bien”, o incluso hacer una limpieza al closet, a la despensa y a los cajones de toda la familia y llevarlo todo a donar al albergue más cercano o para la devastación del pueblo hermano víctima de la naturaleza, o más organizadamente un “bazar”…ufffff que alivio, hicimos nuevo espacio en el closet, vamos de shopping hurraaaaaaaa, nuevamente anestesia y la consciencia no logra cuajar.
3.   Los hay más conscientes que adoptan a una “víctima”, la señora que nos asiste en las labores de la limpieza en el hogar o en la oficina, a quien le apoyamos con alguna donación, préstamo cuando nos lo pide, o incluso un poco más dadivosos le aumentamos el sueldo, le dejamos el desayuno y donamos todo lo del closet, hurraaaaaaa también espacio libre para ir de shopping…
4.   Un escalón más cercano al cielo, adoptamos una causa y nos comprometemos con ella, organizamos una rifa, los hostigamos todos los días (a sus patrocinadores o líderes) para que nos indiquen en qué podemos apoyarles, les llevamos gente, y nuevamente les donamos toda la limpieza de la casa, hurraaaaaa más espacio para llenar nuevamente la casa, organizamos el shopping ahora a Houston…regresando ya nos olvidamos de la causa.
5.   El paraíso total, nos involucramos de lleno y armamos nuestra propia ONG o AC en conjunto con varios “nuevos solidarios filántropos”, uffff, nuestro tema de conversación en todos lados, la oficina, familia, negocio, vacaciones, iglesia, irrumpiendo de manera grosera hasta irreverente en los demás que osen contestar que NO les interesa ayudar a tu causa,  tachando de inconscientes e inhumanos sin perdón de Dios, arrojándolos al mismísimo infierno por NO ayudar a los demás (tu causa obvio, los demás te importan un cacahuate)…para darte nuevamente cuenta que hay mucho que hacer y tan poca ayuda y además dudas de la lealtad y honestidad de más de uno en la Asociación, finalmente desistes y te olvidas de la labor, un capítulo más en tu vida y ya pasaste la materia.
6.   Y finalmente los que utilizan la inteligencia, la fe activa en la gente y en sus recursos y posibilidades, en sus habilidades, quienes donan grandes cantidades en efectivo o especie de manera constante, las menos tal vez, pero aquellos que donan sus talentos, sus influencias, sus trayectorias, sus dones de convencer, de negociar, de cabildear inclusive leyes que a nadie le importan por que no sonarán en las cajas registradoras, en las cuentas de cheques, aquellos que teniéndolo todo y en gran abundancia tienen más distracciones para evadir la miseria de su país, y sin embargo son los más conscientes de que en México, como en cualquier otro país en el mundo no puedes pelear con idealismos sino con realismo, con estrategia militar, negociar inteligentemente o cómo podrías convencer a alguien, y en dónde, de donar en especie, un espacio físico, tiempo aire, publicidad…su presencia en un evento, cuyo tiempo cuesta muchos millones pero cuyo impacto no será en la suma que done en efectivo, sino en las consciencias que mueve con su sola presencia en el Tercer Sector y la semilla que siembre…de apoyar la causa de con cuánto cooperará?, y si él-ella dona yo también lo haré, si él practica la filantropía, está de moda, yo también quiero estar -in-
Quizá muchos donan sueños, expectativas, pero muchos donan despertares de consciencia.

En ese devenir podemos pasar años o sólo una temporada, para darte cuenta de que “hay tanto que hacer y tan poca ayuda”, que uno más o uno menos en las filas no se notará, estarán exactamente igual que cuando decidiste embarcarte en la misión de salvar a todos los huérfanos, ancianos, enfermos, pobres del mundo, hasta quedar exhausto y decidir que el mundo y las organizaciones filantrópicas son un fraude, un fiasco, unos embusteros y encima hasta los más necesitados son actores contratados en un mundo en el que lo único que existe es el fraude, la mentira, el abuso y las necesidades de parapeto de grandes corporaciones para obtener recursos e incluso evadir los impuestos…a estas alturas lo único que puedo decirte es que verdaderamente me conmueve la inmensa desilusión y falta de fe en la humanidad de la que ya eres víctima tu también en este momento.

Pero que podemos hacer dirás?, mucho y con acciones tan pequeñas y aparentemente imperceptibles para el común de la gente, y mejor así, comienza por concientizarte que las necesidades del mundo no se acabarán por tu heroica, monumental y titánica labor, pero SI lograrás un gran avance en ti mismo, un beneficio que se verá reflejado en tu percepción de lo afortunado que eres por no pertenecer a ese grupo desvalido y vulnerable, que eres suficientemente fuerte para ayudar, pero que igualmente eres susceptible de deprimirte cuando te zambullas en las profundidades de la ayuda, de dar, en donde el dar no son las organizaciones si optas por hacerlo formal o de lo mucho que se requiere si optas por hacerlo por tu cuenta, pero que te darás el tiempo y espacio para recuperarte y hacerlo a ritmo tal que no te descorazones, sin prisa pero sin pausa…lo que al final habrá aportado algo o mucho a la filantropía, el cambio de una consciencia individual que se sumará a la colectiva y créeme gratamente ya nunca serás el mismo.

Lo segundo que puedo sugerirte, es que como todo en la vida, te traces un objetivo específico, alcanzable y viable acorde a tus circunstancias, una causa específica, un presupuesto dentro de tus posibilidades o el espacio en tu agenda para comprometerte, para todos existen opciones, donar es como la carta de un restaurante, hay para todos los gustos y presupuestos sino tienes tiempo ni recursos tan sencillo como apoyar con una firma, un voto, una encuesta, un reenvío de un correo, difundir noticias, un cargo pequeño a tu tarjeta o un donativo anual en efectivo o especie pero algo que realmente sea útil al donatario o beneficiario, un pequeño grano de arena suma en un gran desierto.

Ahora que si ya estás decidido al siguiente gran paso, tal vez uno grande para ti y para la humanidad entonces infórmate, la ignorancia es el pretexto de toda queja y prejuicio, no critiques la labor de nadie aún teniendo los elementos, dirígete a los canales adecuados, si realizaste un donativo en efectivo sin haber investigado a la institución parte de la responsabilidad es tuya por no darle el seguimiento, pero si es de la institución denuncia a las autoridades y difúndelo, mi slogan y bandera es “la verdad saldrá a la luz y liberará”, liberará a muchos incautos que como tú hubiesen caído en la trampa y les impedirá continuar haciéndolo…por cada buena y ordenada causa e institución habrá 10 haciéndolo mal, pero no crees que habla mucho de tu inteligencia y habilidades el escoger a las 10 malas y no lograr llegar a la buena?.

No juzgues ni critiques la labor de nadie sino lo estás apoyando, sino ayudas no estorbes, sino eres la solución no seas obstáculo para ella y sino permites que alguien haga lo que tu podrías hacer “mejor” dedícate a algo productivo aunque no sea en beneficio de alguien màs que de tu persona, ya con eso ayudas a la humanidad siendo responsable de ti mismo, por lo menos no causando más trabajo a los demás, y créeme eso es dar, aunque si decides dar, da lo mejor de ti y hazlo con la simple y desinteresada labor de dar, no esperes regreso ni factura, que esa regresa pero no por el camino por donde se fue, regresa por donde menos lo imaginas, aún y cuando ya no lo hagas esperando algo, es Ley  de Atracción y boumerang, así funciona.