martes, 17 de abril de 2012

FILANTROPIA... EL TEMBLOR DE MEXICO 1985

Hoy en día con tantos e inusuales temblores en México, le platico a mucha gente joven que no había inclusive nacido en el 85, que aunque no me lo calculen yo viví esa gesta heroica de millones de desconocidos unidos sin prejuicio de ningún tipo, de personas comunes que dejaron de serlo marcados por un objetivo en común, rescatar vidas de entre escombros, sin preparación ni estrategia diseñada, con la improvisación de los recursos disponibles, casi nulos, pero con el corazón en la mano, con el toque de queda deteniendo a los curiosos y aunque nunca vi la tragedia en vivo, si la viví en casa, con clases y vida suspendidas y en donde todo lo que podías ver en TV y escuchar en la radio eran las noticias de la tragedia sólo superada por el tinte de esperanza y devolución de la fe en la humanidad cada vez que había un rescate con vida, producto de las proezas que gente común trabajando codo a codo y sin ningún entrenamiento ni estudios o formación en el tema lograba todos los días, sumando cada vez más rescates aún con el paso de los días, bajo un cada vez mejor articulado esquema de acción, estas generaciones no hemos vivido una guerra verdadera, pero en poco más de 2 minutos las consciencias del México indiferente ante las necesidades ajenas y carente de humanidad fue despertado con la más terrorífica sacudida…la de la naturaleza.
No haré más relatoría de estos eventos, que para eso ya hay muchos y excelentes relatos y documentales, pero citaré el cortometraje de mi excompañero de trabajo en la banca de desarrollo mexicana, el Ing. Carlos Dávila Yeo y su “Bajo los escombros”, corto realizado con un patrocinio del Instituto Mexicano de Cine (IMCINE), un concurso que ganó en 2006 para realizarlo sin experiencia ni currícula previa como director ya que él era evaluador de proyectos en el Bancomext y muy competente, sin embargo su guión los convenció y no los defraudó.

Dávila, a quien tuve no sólo el privilegio de conocer y de trabajar juntos sino de escuchar su relato, decidió voltear el rumbo de su vida, de su carrera y seguir su sueño, dirigir cine, y de la proeza que lo impulsó a llevar la historia del testimonio La vida continúa, escrito por el médico Francisco Bucio Montemayor, quien según me relató Dávila nunca quiso “vender” su historia a pesar de haber recibido importantes ofrecimientos para llevarla a la pantalla grande, sin embargo como en la película “Cadena de Favores” (2000 dirigida por Mimi Leder y actuada por Kevin Space), cuando Dávila logra contactarlo después de muchas investigaciones y despliegue de habilidades para salirse con la suya, y para bien de muchos, convence al Dr. Bucio quien accede a otorgar-donar su historia a Dávila basado en las intenciones de dar, de llevar y compartir esta historia de vida, de sobrevivencia, de una nueva oportunidad de vivir bajo otra consciencia sin ánimo de lucro… de plasmar precisamente una de tantas historias que ha llevado a muchos a creer en la filantropía, en la humanidad de México, esa actitud de dar, de donar, y con esfuerzo.

Cito la entrevista del periódico La Jornada del 19 de septiembre de 2008:
El cortometraje Bajo los escombros, dirigido por Carlos Dávila Yeo, que narra la historia real de dos médicos que quedaron sepultados en el Hospital General durante el terremoto de 1985 en la ciudad de México, se proyectará a partir de hoy y hasta el domingo en las salas Julio Bracho y José Revueltas del Centro Cultural Universitario (CCU), a propósito del 23 aniversario de la tragedia y derivado de la donación que Dávila Yeo realizó a diferentes cinematecas del país.
Al respecto, Dávila informa: “Hice diez copias en 35 mm de Bajo los escombros, aparte de las que realizó el Instituto de Mexicano de Cinematografía (Imcine), productor del cortometraje; estos ejemplares los estoy donando para que puedan preservarse en el largo plazo, pues se requieren condiciones especiales para que estén en buen estado. Una de las copias fue para la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que la exhibirá este fin de semana”.
El trabajo de Dávila Yeo narra la historia de Francisco y Ángel, quienes se preparan para iniciar sus labores cotidianas como médicos residentes del Hospital General; repentinamente, el terremoto del 19 de septiembre los sorprende y quedan sepultados bajo los restos del edificio. El director fue más preciso y dijo: “El cortometraje es una adaptación del testimonio La vida continúa, escrito por el médico Francisco Bucio Montemayor, que fue incluido en el volumen Volver a nacer, Memorial del 85 publicado por La Jornada Ediciones –en el décimo aniversario de los terremotos– en el cual se recopilaron 114 historias de lectores, seleccionadas y editadas por Daniel Cazés.
“En La vida continúa, Bucio Montemayor narró la vivencia de haber quedado sepultado junto a su mejor amigo, Ángel Alcántara, quien no sobrevivió”.
Por qué cito esta historia?, además de la admiración que profeso a una persona que después de hacer excelentemente un trabajo profesional para el que dedicó mucho esfuerzo incluso con una maestría en Inglaterra, por el impulso que lo lleva a seguir sus sueños, su destino, su meta, su misión y dedicarse al arte, al cine, a llevar una historia de vida que nos marcó a muchos y hacerlo con todo el corazón y con todo el esfuerzo que ello implicó,  con la consciencia de dejar huella, una que podamos seguir muchos…por que lo que el Ing. Carlos Dávila Yeo hizo fue una “donación”, no sólo de un trabajo que cuesta y mucho dinero producir en términos de cinematografía, sino del recuerdo que nos deja plasmado en donde nos grita que lo que nos marca es volver a nacer después de una tragedia, volver a nuestro origen, a la vida, a la humanidad, a dar, a DONAR.

Esto es un hito en un país nada filantrópico, si vemos el análisis al sector no lucrativo a nivel internacional comparativo para 36 países efectuado por el Centro para el Estudio de la Sociedad Civil de la Universidad Johns Hopkins en donde México tiene el muy deshonroso ULTIMO lugar con apenas un 0.04% de su PIB, sorprendente lugar en donde los países africanos como Uganda, Tanzania y Kenia están dentro de los primeros 11 lugares, lista encabezada por Estados Unidos y seguida de Israel, otra sorpresa, al menos para los mexicanos.

Pero por que en un país con tanta desigualdad y violencia no existe la filantropía? y con un terreno tan fértil de aplicación, “si hay ricos tan ricos y pobres tan pobres”…como dijera el buen actor Denzel Washington después de filmar en 2004 “Hombre en llamas” precisamente en la Ciudad de México, refiriéndose al “secuestro en México” tema central de la película.

O como mi buen amigo Agustín, brillante ingeniero con maestrías y un gran corazón, radicado actualmente en París y dicho sea de paso renegando de la inmensa y aberrante inhumanidad en México por que la ha visto de cerca, ha convivido con esos seudo-filántropos…quien expresa que en México nadie da nada porque no se cree en las organizaciones de ayuda, preferimos darle una moneda al pobre o limosnero porque asi estamos seguros que de veras le llega algo a ese necesitado, tendemos a pensar que esas agrupaciones son de abusivos (vivales). Es verdad que las asociaciones no son tan transparentes, piden dinero pero luego nunca dicen como se gastó o que se hizo, conozco a alguien que presidía una asociación de este tipo, una señora le donó un cuadro (donación en especie) y como le gustó se lo llevó a su casa y lo tiene en su biblioteca…

He sido voluntaria en el Centro Mexicano de la Filantropía (hacesfalta.org) desde el 2005, he tenido el honor de participar con gente muy involucrada y preocupada por darle forma y fondo pero sobre todo enfoque de “organización” a la filantropía, darle credulidad al Tercer Sector en México, el Sector de la Sociedad Civil organizada para llenar el vacío que ni el Sector Público ni el Sector Privado han querido y/o podido llenar y en donde la sociedad ha dado verdaderas lecciones de organización, de amor a la vida, de solidaridad desinteresada y de capacidad de liderazgo, de organización, de obediencia y disciplina, sin embargo son tantas las necesidades y tan poca la ayuda que no pinta en el cuadro… nada parecido a las acciones conjuntas y brillantemente articuladas como las del histórico e icónico temblor de 1985 en la Ciudad de México, pero el CEMEFI ya cuenta en su padrón con 10,704 organizaciones formales registradas ante notario, de las cuales más de 6,000 tienen registros ante hacienda como donatarias, es decir supervisadas, falta mucho SI, pero el camino es arduo y largo, más corto cada día con acciones como las de estas organizaciones.

Y sin embargo el buen Agus fue el que me guió en mi camino al CEMEFI al portal de “haces falta”, él ya no lo recuerda, pero cumplió su misión de dar, en donde como una “Cadena de Favores” he tenido la oportunidad de ayudar pero sobre todo de aprender a través de la convivencia con la gente que tiene el poder de ayudar, que la ayuda tiene varias categorías:

1.   Existen los que optan por donar un bocado, un pan, el sobrante para llevar de la cena o comida, una moneda a un niño o una indígena en la calle, por lo menos tienen la consciencia de que ese ser es vulnerable en primer lugar y en segundo lugar que son más fuertes por contar con más bendiciones que ese niño o ese necesitado, lo que los coloca en la posición de ayudarlo aunque sea dando el pescado y no enseñarlo a pescar, lo que puede anestesiar el dolor de no poder hacer más y paliar su hambre en ese momento, huyendo de prisa y olvidando su situación con las distracciones de la vida cotidiana, mucho más abundante y bendecida que la de ese miserable…
2.   El que toma una acción más allá y decide hacer una donación anual a una causa que llene sus expectativas o modelo de “hacer el bien”, o incluso hacer una limpieza al closet, a la despensa y a los cajones de toda la familia y llevarlo todo a donar al albergue más cercano o para la devastación del pueblo hermano víctima de la naturaleza, o más organizadamente un “bazar”…ufffff que alivio, hicimos nuevo espacio en el closet, vamos de shopping hurraaaaaaaa, nuevamente anestesia y la consciencia no logra cuajar.
3.   Los hay más conscientes que adoptan a una “víctima”, la señora que nos asiste en las labores de la limpieza en el hogar o en la oficina, a quien le apoyamos con alguna donación, préstamo cuando nos lo pide, o incluso un poco más dadivosos le aumentamos el sueldo, le dejamos el desayuno y donamos todo lo del closet, hurraaaaaaa también espacio libre para ir de shopping…
4.   Un escalón más cercano al cielo, adoptamos una causa y nos comprometemos con ella, organizamos una rifa, los hostigamos todos los días (a sus patrocinadores o líderes) para que nos indiquen en qué podemos apoyarles, les llevamos gente, y nuevamente les donamos toda la limpieza de la casa, hurraaaaaa más espacio para llenar nuevamente la casa, organizamos el shopping ahora a Houston…regresando ya nos olvidamos de la causa.
5.   El paraíso total, nos involucramos de lleno y armamos nuestra propia ONG o AC en conjunto con varios “nuevos solidarios filántropos”, uffff, nuestro tema de conversación en todos lados, la oficina, familia, negocio, vacaciones, iglesia, irrumpiendo de manera grosera hasta irreverente en los demás que osen contestar que NO les interesa ayudar a tu causa,  tachando de inconscientes e inhumanos sin perdón de Dios, arrojándolos al mismísimo infierno por NO ayudar a los demás (tu causa obvio, los demás te importan un cacahuate)…para darte nuevamente cuenta que hay mucho que hacer y tan poca ayuda y además dudas de la lealtad y honestidad de más de uno en la Asociación, finalmente desistes y te olvidas de la labor, un capítulo más en tu vida y ya pasaste la materia.
6.   Y finalmente los que utilizan la inteligencia, la fe activa en la gente y en sus recursos y posibilidades, en sus habilidades, quienes donan grandes cantidades en efectivo o especie de manera constante, las menos tal vez, pero aquellos que donan sus talentos, sus influencias, sus trayectorias, sus dones de convencer, de negociar, de cabildear inclusive leyes que a nadie le importan por que no sonarán en las cajas registradoras, en las cuentas de cheques, aquellos que teniéndolo todo y en gran abundancia tienen más distracciones para evadir la miseria de su país, y sin embargo son los más conscientes de que en México, como en cualquier otro país en el mundo no puedes pelear con idealismos sino con realismo, con estrategia militar, negociar inteligentemente o cómo podrías convencer a alguien, y en dónde, de donar en especie, un espacio físico, tiempo aire, publicidad…su presencia en un evento, cuyo tiempo cuesta muchos millones pero cuyo impacto no será en la suma que done en efectivo, sino en las consciencias que mueve con su sola presencia en el Tercer Sector y la semilla que siembre…de apoyar la causa de con cuánto cooperará?, y si él-ella dona yo también lo haré, si él practica la filantropía, está de moda, yo también quiero estar -in-
Quizá muchos donan sueños, expectativas, pero muchos donan despertares de consciencia.

En ese devenir podemos pasar años o sólo una temporada, para darte cuenta de que “hay tanto que hacer y tan poca ayuda”, que uno más o uno menos en las filas no se notará, estarán exactamente igual que cuando decidiste embarcarte en la misión de salvar a todos los huérfanos, ancianos, enfermos, pobres del mundo, hasta quedar exhausto y decidir que el mundo y las organizaciones filantrópicas son un fraude, un fiasco, unos embusteros y encima hasta los más necesitados son actores contratados en un mundo en el que lo único que existe es el fraude, la mentira, el abuso y las necesidades de parapeto de grandes corporaciones para obtener recursos e incluso evadir los impuestos…a estas alturas lo único que puedo decirte es que verdaderamente me conmueve la inmensa desilusión y falta de fe en la humanidad de la que ya eres víctima tu también en este momento.

Pero que podemos hacer dirás?, mucho y con acciones tan pequeñas y aparentemente imperceptibles para el común de la gente, y mejor así, comienza por concientizarte que las necesidades del mundo no se acabarán por tu heroica, monumental y titánica labor, pero SI lograrás un gran avance en ti mismo, un beneficio que se verá reflejado en tu percepción de lo afortunado que eres por no pertenecer a ese grupo desvalido y vulnerable, que eres suficientemente fuerte para ayudar, pero que igualmente eres susceptible de deprimirte cuando te zambullas en las profundidades de la ayuda, de dar, en donde el dar no son las organizaciones si optas por hacerlo formal o de lo mucho que se requiere si optas por hacerlo por tu cuenta, pero que te darás el tiempo y espacio para recuperarte y hacerlo a ritmo tal que no te descorazones, sin prisa pero sin pausa…lo que al final habrá aportado algo o mucho a la filantropía, el cambio de una consciencia individual que se sumará a la colectiva y créeme gratamente ya nunca serás el mismo.

Lo segundo que puedo sugerirte, es que como todo en la vida, te traces un objetivo específico, alcanzable y viable acorde a tus circunstancias, una causa específica, un presupuesto dentro de tus posibilidades o el espacio en tu agenda para comprometerte, para todos existen opciones, donar es como la carta de un restaurante, hay para todos los gustos y presupuestos sino tienes tiempo ni recursos tan sencillo como apoyar con una firma, un voto, una encuesta, un reenvío de un correo, difundir noticias, un cargo pequeño a tu tarjeta o un donativo anual en efectivo o especie pero algo que realmente sea útil al donatario o beneficiario, un pequeño grano de arena suma en un gran desierto.

Ahora que si ya estás decidido al siguiente gran paso, tal vez uno grande para ti y para la humanidad entonces infórmate, la ignorancia es el pretexto de toda queja y prejuicio, no critiques la labor de nadie aún teniendo los elementos, dirígete a los canales adecuados, si realizaste un donativo en efectivo sin haber investigado a la institución parte de la responsabilidad es tuya por no darle el seguimiento, pero si es de la institución denuncia a las autoridades y difúndelo, mi slogan y bandera es “la verdad saldrá a la luz y liberará”, liberará a muchos incautos que como tú hubiesen caído en la trampa y les impedirá continuar haciéndolo…por cada buena y ordenada causa e institución habrá 10 haciéndolo mal, pero no crees que habla mucho de tu inteligencia y habilidades el escoger a las 10 malas y no lograr llegar a la buena?.

No juzgues ni critiques la labor de nadie sino lo estás apoyando, sino ayudas no estorbes, sino eres la solución no seas obstáculo para ella y sino permites que alguien haga lo que tu podrías hacer “mejor” dedícate a algo productivo aunque no sea en beneficio de alguien màs que de tu persona, ya con eso ayudas a la humanidad siendo responsable de ti mismo, por lo menos no causando más trabajo a los demás, y créeme eso es dar, aunque si decides dar, da lo mejor de ti y hazlo con la simple y desinteresada labor de dar, no esperes regreso ni factura, que esa regresa pero no por el camino por donde se fue, regresa por donde menos lo imaginas, aún y cuando ya no lo hagas esperando algo, es Ley  de Atracción y boumerang, así funciona.