sábado, 28 de abril de 2012

SOLIDARIDAD "MEXICANOS AL GRITO DE PAZ"


“MEXICANOS AL GRITO DE PAZ” frase inserta en una pared de una casa en la Colonia Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, pareciera que se aplicó con un sello al pasar, pues sólo es perceptible si pasas como transeúnte, los elementos suenan a sincretismo…

Nunca me he sentido 100% mexicana, de ninguna manera es por una falta de nacionalismo o por sentimientos de malinchismo, discriminación, mucho menos por una falta de admiración o amor a México, ni por falta de conocimiento de su territorio, he tenido la fortuna de conocer 24 de sus 31 estados y sus grandes culturas a las que siempre que puedo regreso a visitar; sin embargo recuerdo que en ninguno de mis viajes al extranjero me han identificado como mexicana, me han adherido nacionalidades de varios lugares del mundo menos mexicana, incluso en más de un estado del territorio mexicano tampoco atinaron en mi nacionalidad, no por eso me siento más o menos que cualquier otro ser humano del planeta, sin embargo esa falta de sello mexicano tal vez pudiera estar relacionada con el hecho de que no me identifico ni comparto muchas características típicas del mexicano, los tacos por ejemplo aunque disfruto de gran parte de la cocina típica mexicana, el fútbol aunque no rechazo ver un partido en familia o comunidad, aun cuando mi mente no comprenda ese fanatismo por él, lo respeto, pero por encima del folklore típico es la falta de respeto o exceso de confianzas y por supuesto las groserías y doble sentido (connotación sexual a cuanto sonido sale de tu boca inclusive pensamientos) lo que no me identifica con la marca mexicana, pero definitivamente la profunda y arraigada discriminación característica del mexicano, que denota agresión, ironía, burlas y envidia hacia el prójimo es lo que menos me identifica y más rechazo de los mexicanos.

Sin duda este escrito a diferencia de algún otro anterior en el que exalto la profunda admiración por la solidaridad mexicana demostrada en casos de tragedia extrema por desastres naturales, este escrito habla del comportamiento y arraigo de la gran discriminación que tipifica a este pueblo mexicano, en donde si gano soy yo, si pierdo o erro son los demás mexicanos,  pero como punta del iceberg, reflejo de una contradictoria de los demás son los que fallan en este país...

Hasta cierto punto puede ser reflejo de un profundo envilecimiento del mestizaje, sincretismo y Dios sabe cuánta barbarie más, sufrimientos que no son exclusivos del pueblo mexicano, pregúntenle a los europeos, sin embargo coincido en que si bien el lenguaje típico mexicano en muchas situaciones es denigrante y discriminatorio, también las situaciones que se viven en este país ameritan palabras que el diccionario no alcanza a describir, situaciones tan aberrantes que sólo utilizando “palabrotas” puedes anestesiar la frustración, impotencia y rabia ante la falta de justicia, de razón, de credulidad ante muchas cosas que suceden en este mi “México lindo y querido”…

Este escrito no es de política, economía, sociología, nacionalismo, ni siquiera de valores esenciales o de educación, es de solidaridad, por que si la discriminación o humillación es el resultado de siglos de abusos y sed de justicia ante esfuerzos sobre humanos por que lo segundo triunfe sobre lo primero, el lenguaje y actuación de unos sobre otros mexicanos no justifica de ninguna forma el comportamiento irracional que ralla en lo primitivo en lo aberrante precisamente, al referirse y conducirse ante el resto de mexicanos con esa característica falta de solidaridad, repito con esa burla, envilecimiento, saña, agresión, ironía, burlas y envidia, en una palabra “discriminación”.

La falta de respeto y exceso de confianzas es tan común que realmente agradeces pasar inadvertido en México, ante tu propia familia, en una escuela, un trabajo, un club, gimnasio o grupo de amigos para no ser víctima de la discriminación y humillación, burlas que un grupo de mexicanos adopta ante quienes no comulgamos con ese sello mexicano, pero en México no es cualquier bulling, no, es el aniquilamiento de toda una cultura de reyes aztecas sabios y muy poderosos que llevaron a naciones enteras a la abundancia y perfección en sus gobiernos, al esplendor y erradicación de prácticamente todo delito, en los reinos aztecas no existían el hurto, el asesinato, mucho menos la violación y ni pensar de un niño, horrorrrrrrrr, si había sacrificios, si, pero eran un privilegio de los dioses, es decir, la vulgaridad de un hurto o un asesinato no existía en el pensamiento de los antepasados, pero eso era producto del miedo más que del respeto en si mismo.

Hoy en día el decirte “chacha” es un insulto tan común entre los mexicanos, ¡que gran falta de respeto! decía un comentarista de la radio…si revisamos el trabajo que realiza una servidora del hogar, o asistente de una familia, no es muy distinto en su descripción a las actividades que todos los mexicanos realizamos, salvo los dueños de sus propias empresas y dueños al 100% de las acciones, por que de otra manera deben rendir cuentas a sus Consejos es decir al resto de los dueños de acciones, TODOS somos chachos, pues si, incluso si tienes el negocio propio le proporcionas un bien o servicio a alguien más, eres un chacho entonces y tu padre, madre, esposos, pareajs, hijos son chachos desde el punto de vista en que realizan una actividad para cobrar un sueldo o generar un ingreso, ni se diga los servidores públicos, y a menos que seas un ladrón puro de esos que arrebatan el dinero en el transporte o en cualquir otro lugar, eres "chacho" el paradigma está en el “servicio”.

Al mismo Jesucristo le costó tanto enseñar-predicar el concepto de servicio, que en su contexto encierra tanta grandeza, grandeza en el actuar, por que a este mundo venimos a servir y “el que no vive para servir no sirve para vivir”  dijo San Agustín, ufff al fin santo…pero como decía todo se resume en la SOLIDARIDAD, ¿por que tenemos que llegar al límite de situaciones extremas de dolor y vivir en carne propia las necesidades para que salga a flote la solidaridad, el respeto como decía este comentarista, o que? el resto de la humanidad tiene florecitas en el cerebro y sólo piensa, cree y vive dulzuras en sus respectivos países? Basta con leer una página web con noticias de otro país, vaya que si le tiran como a patos a sus gobernantes, actores y gente pública, esos que están para servirle al pueblo, pero hay de aquel que ose discriminar o denigrar a un mortal cercano a un ciudadano que ellos si consideran “igual”, caso de examen Francia y Canadá uno de cada continente, tienen sus problemas pero la discriminación y humillación entre iguales no lo es.

Bueno quizá no queda claro el concepto “entre iguales”, será que en México creen que vienen de otros planetas los de cada casa, calle, colonia de cada entidad o ciudad? Tal vez se trata de un problema de óptica o de vista, no vemos ó no nos vemos a nosotros mismos como iguales pero en sentido peyorativo, es decir en el fondo es el reflejo de grandes complejos de “Malinche”, que no se superan con todos los gadgets del momento, con las marcas de moda ni con todos los que nos visitan del extranjero cantantes, actores, políticos y hasta líderes religiosos y espirituales.

O seremos tan imperfectos que en la frustración más grande mejor nos bloqueamos y abstraemos del resto de seres humanos y nos montamos en el burro de la falsa y elevada autoestima que dicta que “tú” eres grande y perfecto y hermoso e inteligente, por lo tanto eres diferente al resto, eres ganador, así dicen los grandes “motivadores” en el mundo,  se llama “programación neurolingüística” repite lo que quieres ser o tener para serlo y tenerlo dice la teoría, mejor que una lobotomía, entonces se supera la baja autoestima pero queda la soberbia en el extremo de la balanza, lo que no permite nunca que llegue el equilibrio.

Pero como es costumbre, desmenucemos conceptos, SOLIDARIDAD:

La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad y de la sociedad misma.
Junto con los de autoridad, personalidad, subsidiaridad y bien común, la solidaridad es uno de los principios de la filosofía social. Se entiende por regla general que, sin estos cinco principios, la sociedad no funciona bien ni se encamina hacia su verdadero fin.
Presentamos aquí el principio de solidaridad.
La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.


Extraigo los conceptos básicos para hacerlo más digerible, expresa una realidad (no una idea) de una igualdad unida cuyas partes son de igual naturaleza, es decir el resto de humanos son iguales a nosotros, nos diferenciamos a su vez de otras especies animales, no por ello tampoco somos mejores o peores,  pero de esa igualdad sale el elemento básico para la  organización social, es decir vivir y convivir en sociedad, en grupo, vaya, por eso salimos de las cuevas.

En conclusión mientras no nos quede claro a los mexicanos que somos iguales todos y que no le haremos a los otros lo que no queremos sufrir, padecer o sentir, hasta que no entendamos ese concepto básico no tendremos un clima de paz, por que para llegar a ese valioso precepto no podremos trabajar en bien del resto de elementos para una convivencia y sociedad sana sino tenemos cimientos de SOLIDARIDAD.